«Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes»
1 Pedro 5:7
Cuando el bebé de mi amiga nació muerto hace algunos años, todos quedamos desolados. Recuerdo cuando recibí la llamada. Me quedé aturdida, ninguno de nosotros sabía que decir o hacer, no había explicación alguna. Y no había palabras para consolarla.
El único consuelo para su dolor vino de “la Palabra”, La Palabra de Dios.
El Señor estuvo allí con mi amiga y su familia durante ese horrible periodo y fue lo que los ayudó a levantarse.
Tal vez usted ha perdido a un hijo, o tal vez su niño se ha escapado de casa. No puedo pretender saber exactamente por lo que usted está pasando, pero Dios lo sabe. Cualquiera sea el dolor que esté experimentando, Dios está allí para ayudarla, Él la ama, y se preocupa por su pérdida. Él se conduele cuando usted está herida, él desea consolarla, todo lo que usted tiene que hacer es pedir.
Aunque nunca comprenderé porque mi maravillosa amiga perdió su bebé, he llegado a entender una cosa esencial, Dios está allí cuando estamos en problemas. Nunca nos dejará. Así que, lleve a él sus cargas.
Él en verdad cuidará de usted, más que ninguna otra persona.
AL MAESTRO
Señor, te entrego hoy mis heridas y mi sensación de pérdida. Gracias por estar allí, para mí, sin importar lo que sea. Te amo. Amén.